Sueño del cazador

Te ofrecía los labios
y a cambio me obsequiabas
con luciérnagas.
Agotabas las noches
siempre lejos
y crecía tu sombra de gigante
hasta cegar las luces,
no veías mis labios.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Puede existir un desamor tan intenso?

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