Demonio
Su Dios, aún más se le asemeja su demonio"
Luis Cernuda
Tu demonio y tú
los dos a solas,
como en una escultura
vaciada,
él nace de tus huecos.
Los dos odiáis el ruido
y trabajáis como proscritos
por la noche,
o en esa hora ardiente del verano
en la que nadie sale.
Necesitáis escucharos,
extender la caricia por el pubis,
llegar hasta los pechos,
como el acto de unos amantes locos,
en vértigo suicida, pero quieto.
¿A quién atenderás mejor
que a tu demonio?
¿A quién amarás, con quién escaparás
de noche, con la breve maleta
de los que han huido?
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